sábado, 15 de octubre de 2022

Crónicas de Gagawaá : Aniló

 

Había una vez una mestiza kogui llamada Gagawaá que salió de su casa en busca de un lugar que respondiera sus preguntas, un lugar difícil de encontrar pero que la motivaba cada mañana a levantarse a seguir buscándolo por si alguna vez lo encontraba.

En su camino descubrió a muchos personajes, algunos payasos, políticos, sicarios, empresarios, maestro de ceremonia, forzudos y hasta magos, pero un día el aire sopló de otra manera ...cual perendengue cayó con fuerza en un paraje que llamaban Reino de Tigreña ubicado más allá de donde se devuelve el viento.

Revolcada, sucia, escupiendo, llena de arena se sacudió y empezó a caminar hacia ninguna parte y sin ninguna razón. Sus pies le transportó a un espacio edificado, escuchaba voces pequeñas al interior, susurros a discreción ...pero a la medio indígena la llevaba la intuición.

En ese discernimiento se cruzó con Aniló, una niña blanca aparentemente fuerte (lo digo por su carácter que da respuesta en un instante), elegante, generosa, inteligente... Su sonrisa era índice que portaba una respuesta.

Gagawaá lo descifró: “Las cosas bellas de la vida deben tomarse con firmeza, serenidad y pausa para poder disfrutarlas y no ahogarse dentro de ellas”, y de esta forma la mestiza ya tenia una respuesta de las mil novecientas noventa y cuatro preguntas ,-la guardó en la mochila para continuar su camino.

...y así fue, cómo una mestiza kogui llamada Gagawaá, salió de su casa en busca de un lugar que respondiera sus preguntas, un lugar difícil de encontrar pero que la motivaba cada mañana a levantarse a seguir buscándolo por si alguna vez lo encontraba.

jueves, 28 de abril de 2022

EL LAGO DE MARTA

Había una vez un hermoso lugar, desembarcaron por aire, tierra, agua y mar muchos representantes de la onomástica real.

La primera en llegar fue la oferente, se trataba nada más y nada menos de la hermosa princesa Marta, proveniente de Irlanda, paraíso de infantes e infantas.

Ésta se alojó en la residencia de la reina Madre (mujer amable y atenta caracterizada por dejar a buen recaudo el retorno de los invitados), y con su fiel amiga Laika.

Mi tren con destino al lugar hermoso- L Maggiore, se detuvo en sus rieles y al tocar tierra descubrí un espacio maravilloso, de naturaleza amplia, luz intensa y arboles frondosos.

Pasado unos minutos un coche llegó, eran la princesa con dos nobles personalidades. Le dí un abrazo fuerte a Marta por los años que tenía sin verle y entonces se inició la presentación:

- Buenas, soy Mariví, duquesa de mi casa y del Colibrí.

- Y yo soy Teresa la marquesa aunque suene a mucha rareza.

En mi turno dije mi título, nombre y profesión: -

Condesa, Gagawaá, indígena kogui.


- ¡Juntas al coche! Una voz emitió.

Nos llevaron al alojamiento. Un apartamento blanco muy blanco, con grandes ventanas y tres habitaciones, una grande, una mediana y una pequeña.


Duquesa, Marquesa y Condesa sentáronse en la gran mesa

¡Un bolígrafo! - solicitó la Marquesa

¡Tome usted! - le entregó la condesa


...en una servilleta anotó: 1, 2, 3 lo dividió en trozos, los arrugó y sorteó.

...y así sucedió la asignación de los aposentos, con mucha suerte y buena resignación.


Paseamos, cenamos, descansamos, desayunamos y en la tarde del día siguiente en el salón de belleza las arreglaron hasta que sopló el viento y se despeinaron.

Llegado el momento del traslado en Vaporetto, olvidamos recado- velitas de número- lo único indicado y tres cabezas que no recordaron.

Una vez en el barco “todos los invitados al cumpleaños de Marta” éramos muy rubios, morenos, mestizos, azules, blancos, verdes hablábamos diferentes idiomas pero una sola lengua, la connotativa, la de la implicación y evocación.

La Música sostuvo el tiempo en el espacio, y desde entonces mantiene el recuerdo claro y con gozo por un rato.

La Cena permitió con el compartir que nos fijáramos en los ojos del otro y descubrir a través de ellos una nueva sonrisa producto del devenir.

El Lago mostró su inmensa calma y carácter puntual, nos hizo amarle ...y comprender el confeso amor de Marta por el agua.

...Melodías, canciones, tabla de quesos, cestas de pan, aceite untado, platos, mas platos, postre, discurso elocuente, baile, alegría por doquier y vuelta al descanso.

...Taxi retrasado, zapatos destrozados, incluyendo un resfriado.


La fiesta se acabó, el retorno se acercó, despedidas y abrazos…


Y fue así en un hermoso lugar, embarcaron por aire, tierra, lago y mar

muchos representantes de la onomástica real.





miércoles, 27 de abril de 2022

Gagawaá y su amigo Covid

 

Érase una vez en un lejano lugar

una condesita sin nadie que molestar,

habíase desatado un virus letal y Covid 19 se hizo llamar.

Debajo de la cama se quiso ocultar pero un ratón insulso la hizo gritar.

Entonces una sombra asomó por la ventana,

toc toc,  por una rendija entró y presentó:

- Buenas, soy Covid-

sacó una hoja blanca que rellenó:

- Dígame su título, nombre y profesión.

     -Condesa, Gagawaá, Indígena Kogui.

- Trabaja usted?

    -Si, cuido la tierra

- Firme aquí (ley de protección de datos).

Firmó.

- ¿Lista?

    - ¿Lista para que?

- Para formar parte de la "muestra" de una pandemia mundial

     - Jump!

Covid aspiró con mucha fuerza y en un resoplido el aire esparció

uussshhhhhh- Sars-Cov-2 arrojó.

     -¿Quien eres, ...eres dios, presidente o extraterrestre?

- Ninguna de las anteriores, ¡Soy un agente infeccioso! Dijo Covid

     -¿Te pagan bien?

- No, solo recibo dolores

     - ¿Porque?

- Por selección natural, te explico, nosotros, los virus aparecemos cada cierto tiempo en la humanidad para medir a los mas fuertes de la tierra.

     - ah, ¿entonces moriré ya?

- Eso depende de tu cuerpo


Covid guardó el papel y sacó una manta de su portafolio, entregándosela a Gagawaá porque la iba a necesitar.

Entonces la condesa empezó a tiritar con fiebre, con frio y con tos. 

Se sentaron en la mesa y compartieron el vino y el pan, Covid sacó una esfera de cristal y le enseñó Europa, Asia, ÁfricaAustralia y América central.

     - Cuantas almitas flotando y espíritus vagando, que tristes se ven. ¿cesará?

- ¡Pronto! los humanos unidos buscan una vacuna! Dijo Covid

     - Esto me hace pensar en respetar más lo natural y creer en la humanidad. 

Dijo Gagawaá

Los días siguientes al contagio, Gagawaá se sintió muy mal, con fiebre, nauseas, mareos y un poco de ansiedad.

Llegado el día 14 Covid recogió sus cosas, se peinó, acicaló y salió por la misma ventana por la que entró.

     - ¡Adiós!  gritó Gagawaá, ¿No espero verte, jamás!

Covid ni se inmutó y marchó.

¡Pum! Se escuchó un estruendo en Europa oriental, 

era Putin que invadió a Zelenski, hizo una guerra para los salvados de una pandemia mundial, la historia se repite ...una vez como tragedia y otra vez como comedia.

Al cabo de un rato Gagawaá se sintió muy mal y esta vez en el plano emocional, pensando como especie en aplicar las lógicas femeninas de conservación y bienestar, entonces agarró la escoba y se dispuso a limpiar, recogiendo hojas secas que puedan arder por el bien o por el mal.

Y así transcurren los días en un lejano lugar donde habita una condesita sin nadie que molestar.

jueves, 30 de septiembre de 2021

Migrante

 Muchas veces escuché que el viajero cuando retorna a su casa ya no es el mismo. También leí alguna vez sobre su estatuto ...tan crucial y ambiguo.


A mi experiencia y dentro de la subjetividad que interviene, considero que el extranjero provoca un antagonismo entre la curiosidad y el temor.

... por un lado se nos considera portador de una sabiduría de lo natal que no posee el lugareño, por eso nos hacen preguntas y esperan de nosotros confidencias únicas, verdaderas y extrañas.

Por otro lado nos temen y se nos juzga fácilmente, quizá por el nomadismo, lo vagabundo o la falta de raíces, o tal vez simplemente porque estamos en su lugar.

Surge una aflicción: cuando se prolonga la experiencia de ser extranjero lo suficiente, sentimos que se aflojan las cuerdas de nuestra cultura y sabemos que cada día seremos más distintos a nosotros mismos, hasta que con el tiempo ya no seremos de ninguna parte y al mismo tiempo de todos los lugares.

lunes, 6 de septiembre de 2021

Bonifacio el perrito callejero

 Un día del mes de septiembre caminando en medio de la gente, Bonifacio, el perrito callejero notó en el parque San Remo a un niño muy disgustado que lloraba desconsoladamente. Bonifacio se acercó, lo olfateo y notando su respuesta positiva (comunicación no verbal) le ladró suavemente: ¿Cómo te llamas?

¡Nico! respondió entre sollozos, entonces el perrito Bonifacio se puso frente a él y dió un saltito a la izquierda y otro a la derecha seguidamente de movimientos de colita en forma circular ...en eso, Nico sonrío.

le dijo: -¡ya tengo una sonrisa!

Enseguida se puso muy serio y volvió a llorar, Bonifacio le instó para caminar juntos hasta la banquita del tobogán y allí tomaron asiento.

-Que te ha pasado? preguntó el perrito Bonifacio

-He perdido mi balón favorito, Contestó Nico

-Se puede recuperar? preguntó nuevamente el perrito

-No creo porque me abandonó, se fue rodando y después driblando no dejándose alcanzar de mi

-entonces se puede reemplazar! concluyó Bonifacio

-No, Noo yo quiero mi balón porque era el favorito y no tengo mas que solo esee ...y se puso a llorar nuevamente.

Bonifacio se quedó pensativo y preguntó: te trataba bien?

A lo que Nico contestó, - a veces era grosero, se atravesaba en mi camino y me hacía caer, también me pegaba ...sobre todo cuando algo no le gustaba-

El perrito Bonifacio sacó cuidadosamente de su mochila, que llevaba en la espalda una cinta negra y las gafas de leer y dijo:

-Entonces no era tu balón favorito, era tu único balón que es distinto, ya que para que sea favorito tendrías otros balones parecidos, ...en fín que te recomendaré algo:

Como el duelo es la respuesta emocional de una persona -en este caso tú, ante la experiencia de una pérdida -en este caso el balón, entonces te recomiendo que guardes luto ya que el luto es el proceso de adaptarse a la vida después de una pérdida de algo o alguien. lo entiendes?

- No  -contestó Nico

- Jump lo sospeché... alegó Bonifacio girando los ojos a su derecha, prosiguió 
-El dolo comienza con una crisis, iniciando la primera etapa de pérdida que es la Negación, le sigue el enfado-depresión, para continuar a la aceptación y culminar con el aprendizaje.

- Ahhh yaaa, ahora si entiendo- dijo Nico.

-Muy bien! eres buen alumno! resaltó Bonifacio (y le colocó la cinta negra en el brazo derecho bien sujeto con un lazo bien apretadito para que no se cayera).

-Lo siguiente que te enseñaré serán ocho tareas emocionales que debes aplicar durante tu crecimiento:

1. Ponle nombre a tus emociones, hoy estás enojado, pero puedes estar contento, triste, con miedo, con vergüenza, con envidia, etc.. poner nombre es un buen comienzo para identificar la emoción y saber como llevarla.

2. Aprende a quererte y valorarte, desarrollando tu autoestima, debes decirte que eres un ser único con potencialidades y limitaciones. Debes alimentarte solo de realidad, por tanto reafirma que eres especial y puedes equivocarte, ya que nos humaniza el continuo crecimiento.

3. Aprende a tolerar la frustración, en la vida hay cosas que se pueden elegir y otras que no, esto significa que debes aprender a esperar, ser paciente y superar obstáculos.

4. Aprende a regular las emociones, debes legitimarlas que es distinto a reprimirlas, estás enfadado porque perdiste un juguete -pero lo estarás siempre? debes darte cuenta que tu disgusto no cambiará la situación, debes decirte "he perdido el juguete por un descuido y en próximas ocasiones seré mas cuidadoso".

5. Aprende a entrar en Calma, la tensión de una situación genera ansiedad y el primer síntoma del estrés es el bloqueo de la memoria para lo cual no funcionarás al cien por cien para responder con los deberes del Colegio, por tanto recurre a la calma dentro de la velocidad que supone el tiempo que vivimos.

6. Aprende a pensar en positivo, bajo la realidad que te rodea una visión optimista hace que te enfoques en la solución del problema en vez de dar vueltas y vueltas al mismo tema, tómalo como un paso para el aprendizaje, una enseñanza que te brinda la vida.

7. Aprende a ser empático, la empatía me puso en tu camino, entonces ponte en tu lugar y desde allí en el lugar de otros, eso te hará mejor persona y logrará hacer sentirte bien contigo mismo y con los demás. ...y por último

8. Aprende a comunicarte de manera asertiva, recuerda que hay tres tipos de comunicación: 

a- La comunicación agresiva, que es la que utiliza la persona que impone su voluntad y criterio.

b- La comunicación sumisa, que es la que usa la persona que acepta todo lo que le indiquen (lo que digan, como lo digan, lo que crean, lo que quieran, etc.). y

c- La comunicación asertiva, que es la que utiliza la persona que se quiere así misma y expresa sus opiniones de manera plácida y tranquila (esto es lo que pienso, esto es lo que necesito y esto es lo que creo, y respeto lo que tu piensas, necesitas y creas, aunque sean cosas diferentes a las mías), de esta manera se empodera la asertividad porque te hará sentir competente e importante hacia los demás y a ti mismo.

-Has entendido lo que quiero enseñarte? dijo Bonifacio a Nico que ya había dejado de llorar 

- Si, - niffff - ¿me acompañas a buscar un balón nuevo? preguntó Nico

-Claroooo Expresó Bonifacio quien guardó sus gafas en la mochila y sacó una Alcancía llena de monedas de oro, ...miró a Nico y le guiñó el ojo.

-Nico Sonrío-

- Ya tengo otra sonrisa!   exclamó el perrito Bonifacio. 

y se fueron juntos a una tienda para buscar un mejor balón

...y colorín colorado este cuento se ha acabado.


lunes, 23 de agosto de 2021

La Princesa y la Luna

En una noche de luna llena, mientras buscaba un lucero espiritual, observé una hermosa princesa sin tiara, de suave ternura, delicada sonrisa y armonioso andar. Esa reina sin séquito, cada noche se


acercaba a la playa para ver el mar y hablar con la Luna buena, además de contarle su día y su forma de pensar. 

Pero una tarde la princesa se percató de la pérdida de una cualidad,…  su sonrisa había desaparecido y entonces le embargó un profundo pesar.  Lloraba y lloraba, entre sollozos contaba a la Luna buena la considerada pérdida fatal, pues sin sonrisa no había alegría y sin alegría ya no podría bailar. 

La luna apesadumbrada le dijo: “niña pequeña, en mi zona Oeste, tengo una oficina de objetos perdidos, sube, pregunta por tu sonrisa por si la han depositado allí”. A todas éstas, razonó la princesa, le dijo “pero mi querida Luna, yo no sé volar y es muy alto para llegar hasta ti”. A lo cual respondió la Luna buena: “Por eso no te preocupes, ¡Ven! Ponte debajo de mí”. 

Y la Luna utilizó la energía de la gravedad para abrir un espacio muy grande y muy largo en la mitad de la mar, dejó caer un collar de aviones para que la princesa se pudiera elevar. La princesa corrió y subió por la escalera que desplegó un Capitán. Cada escalón, con alegría impulsaban sus pies para abordarla, sin mucho afán. 

Subió, subió, y detuvo de repente su acelerado andar. Resplandeció su rostro sorpresivamente al ver semejante lugar. Era una aeronave muy bien distribuida y ordenada, que en ningún tiempo había visto jamás. 

Muchas filas de sillas, luces en el suelo, ventanas pequeñas, botones, pasillo para andar, cocina integrada, comida especial, Tablet de once pulgadas individual, muy adecuado para que, llegar al destino sea de agradar. Siguió unos pasos y suspiró aliviada, intentando aspirar la experiencia vital. 

Para asignar su asiento, sorteo un “Pinto” que a falta de azafatas se dispuso a escoger, “pinto pinto gorgorito dónde vas tú tan bonito a la vera verdadera pim, pam, pum, fuera!”. 

Con este sorteo le correspondió la silla número treinta y tres. Se sentó correctamente, se abrochó el cinturón de seguridad y un casquito del techo cayó y se alargó hasta su mirar. 

Se puso el casco de viaje interespacial, las gafas, y la máscara de oxígeno preparó para que, en el momento oportuno poderlos usar. 

En unos segundos la fila de aviones comenzó a despegar. En su asiento la princesa, muy seria, va en la mitad… ¡Fiiihhhhuuuuuuhhhhhhh!. Alzaron el vuelo en bello compás. 

Niebla, estratus, cúmulus, - ¡cuántas nubes ve al pasar!, alfostratus, cirrustratos, cirros, nimbuestratus tormentosos. 

Ya casi el primer cielo dejará atrás. Mira hacia abajo y ve hormigas por coches, cubos por casas, figuras geométricas por fincas y parcelas. Pronto solo ve puntos y manchas. 

Ya casi no distingue ni un solo pajar. Arriba el cielo azul muy oscuro, segundo empíreo parece llegar. Resalta a su vista la casa en el aire con letrero grande, de nubes muy blancas, y sale a la puerta Adalúz a saludar. 

Sigue ascendiendo y en su ventana aparece un Señor Superior de toda bondad, con mirada pacífica. Resplandeciente mueve su mano marcada de un clavo, sonríe a la princesa y permite su transitar. 

Y recordó la princesa a Alejandro Durán, que dijo hace mucho tiempo atrás: “como dios en la tierra no tiene amigos,…como no tiene amigo vive en el aire”, Que desdicha, pensó “si estuviera en la tierra todo sería un continuo vibrar” 

Ingresan al cosmos, ve estrellas fugaces, destinos gigantes, luces fijas, polvo estelar y más. …Se puso las gafas, la máscara de oxígeno, según protocolo de seguridad, y así fue sintiendo la falta de la gravedad.

La princesa en un esfuerzo llevó la mano a su boca, comprobando sus labios, por si algo denota…¡pero no!, falsa alarma, aun sin gravedad su sonrisa no quería hasta su rostro llegar. 

A los trescientos ochenta y cuatro mil cuatrocientos kilómetros recorridos dentro de la órbita lunar, los capitanes de las naves ya se disponen Alunizar, tomados de las alas en posición de descenso, bajan en vertical. ¡Fiiiiiiahhhaaaaaaaaahhhhhhhhh! Automáticamente, cinturón, escalera, puerta y ventanas de avión abrieron con espontaneidad, y del casco en su cabeza en toda su frente resaltó una luz con fuerte brillar. 

Salió la princesa muy lentamente, bajó con cautela y curiosidad. 

Una vez pisado la Luna, se arrodilló lentamente y la besó en la frente con naturalidad,…levantóse con cuidado y miró alrededor, maravillándose de tan hermoso sector. 

Caminó hacia la puerta principal, cruzó la frontera de la zona internacional. 

Entonces la ciudad comenzó a despertar, la luz gradualmente fue tomando lugar sonidos, pitos, ruidos, voces normales se empezó a notar. 

Echó un vistazo y vio la hermosa Tierra que tenía detrás, le guiñó un ojo, le lanzó un beso y le dijo “en un rato volveré a retornar”. 

Mientras tanto, se centraba en la misión a cumplir, de intentar lo que fuera para volver a sonreír. Pocos saben lo mal que es perder una sonrisa de repente,…se va la luz, te embarga una pena, te cubre una bruma, te atrapa la cama, y ya no quieres cena. 

No quieres perfumes, ni baños en rosas, solo hacerte daño sin importar lo de afuera. …Pero en un esfuerzo, un poco infrahumano, tú pides ayuda a Dios o al Diablo. Si es atendido, depende de quién, será el resultado deseado o indeseado por la población del ser que le juzga “bien”. 

La princesa siguió su camino a la gran ciudad. 

Ubicándose correctamente, fue derecho por la calle Donoso Cortés, cruzó a la izquierda por el número diez, topándose de frente con la estación del tren. A su derecha estaba el anuncio: “Perdidos & Encontrados”. 

Había setenta y siete mil setecientos setenta y siete veces una fila más larga que la que pueda haber en un concierto de Shaky, y le correspondió a la princesa el número de atención veinte mil trescientos dos.

Una vez en la cola, al que estaba delante le preguntó, ¿Has perdido algo?, le dijo: “Si, un reloj”. Al de atrás también le preguntó y le dijo “Si, un Ipad”. 

Notó que lo perdido eran elementos tangibles y por un momento dudó en encontrar su “sonrisa” apreciado. 

Pasaron unos minutos y vio correr un perro detrás de NeKo (El gato de Ivonne), que llevaba en su boca una “sonrisa Vil”, y pensó “Estos dos deben ser los encontradores de objetos”, -pero, ¡No! -Se dijo, “esa no es mi sonrisa, la mía es menos senil”. 

Los siguió con la mirada y vio como los cachorros entregaban aquella “sonrisa Vil” en facturación. 

Al pasar otra vez por su lado gritó la princesa “¡Un momento por favor!” Perro y gato se detuvieron y escucharon con atención: “¿podéis ayudarme a encontrar mi sonrisa? la he perdido quizá en un zaguán”, prosiguió la princesa. 

Neko se puso su sombrerito rojo, lamió su patica, peinó su bigote y con cara de investigador preguntó: “¿Dígame la última vez que usted fue feliz?” “No lo sé…” respondió. “Creo que el domingo, en la fiesta cuando bailaba de cachetío un jarabe tapatío con amigos y mis tios, interpretado por Mariachis en el patio de mi casa”, dijo la princesa, 

“Aaa jaaaahhhhh, es posible que se te haya caído allí mismo” dijo el gato que mirando al perro asintió con su mirada. 

Bruno y Neko salieron corriendo como bala disparada a toda velocidad por la calle principal. 

Pasaban los minutos y los trabajadores del local estaban ocupados laborando arduamente para desalojar a la gente y prestar un buen servicio a la comunidad internacional lunar. En un momento observó que la fila abrió un espacio ampliamente, algunos solicitantes se iban apartando y un gran vacío fueron dejando. 

Se trató de un ventoseo que ninguno reclamó y al irse disipando la cola nuevamente se fue organizando. -Jummp “A alguno se le escapó” pensó la princesa en medio de su tristeza y melancolía. No se puede actuar con entereza si lo delata la fisiología. 

El avance del turno continuaba lentamente, como en una procesión a la Virgen de Asunción. 

Era una como una “manda” a cumplir correctamente, con dos pasos hacia atrás y tres pasos hacia el frente. 

De repente, el joven de delante se quitó las sandalias, las dejó en el suelo conformando una “V” que indicaba el este, se sentó tranquilamente y se clasificó como obstáculo de circulación por cansancio recurrente. 

En el avance de los pasos le tocó a la princesa dar un salto sobre el “fresco” de enfrente, porque éste se quedó dormido profundamente, y entre salto y salto, de toda la gente fue relegado al lugar diez mil quinientos cuarenta y siete. 

Un silencio de diez minutos pudo disfrutar seguidamente, y de pronto sobresalió un altercado muy fuerte, eran una pareja de casados. Ella gritaba enojadamente sobre una presunta infidelidad no delatada. “…y ese mudo ayudante tuyo, alcahuete de tu engaño, - le pregunto si me mientes, y no dice nada el canalla” chillaba la mujer,…y de atrás de la fila sale una voz: “¡que va a decir señora mía, si es mudo el desgraciado!” …Toda la gente reía al unísono, por la intervención del defensor espontáneo en tan curiosa discusión. …Todos menos la princesa, que ya no tiene disposición. 

Pasaban las horas y el gentío agotado se impacientaba. 

Unos abandonaban la cola y otros con relevos la controlan. 

Ya casi amaneciendo vienen de vuelta perro y gato cargados con material encontrado, traían, laptops, móviles, gorras, mochilas, chaquetas, plantas, robots, collares, un trozo de pan y hasta una niña rosada.

 “¿Has encontrado mi sonrisa?” preguntó la pequeña – “todavía no princesa,… ¡todavía no! - Aparecerá cuando sea conveniente, porque las cosas no son del dueño, sino de quien las necesita”… contestó Neko muy serio. 

Ya iba la princesa por el número mil, y pasaban los minutos, perro y gato también, tantas vueltas y vueltas era una historia sin fin, hasta que le tocó su turno y llegó al mostrador finalmente. 

La dependienta preguntó: -¿Pérdida? 

-“Una Sonrisa” - respondió. 

-¿Día? - “Quizá el domingo, víspera de lunes” 

- ¿Hora? - “Tal vez a las dos” 

- ¿Descripción? - “Era una sonrisa muy limpia y sincera” 

En eso la mujer miro detenidamente a los ojos de la Princesa y preguntó ¿Se lavaba los dientes todos los días? -“Siiiiiiiii”, agregó la princesa, “con Colgate control Activo”. “¡Muy bien! – No te agobies Todo lo que se pierde allá en tu tierra, aquí aparecerá”. 

La dependienta terminó de rellenar la ficha describiendo el objeto perdido, imprimió una carta tipo, cerró la consulta enviado un email y finalizó el expediente, en ese instante Perrito y Gatito traían en su boca la más hermosa y dulce de las sonrisas. 

“¿Es la tuya?” Preguntó Neko, alzando su sombrero y quitándose el sudor de los pelos de su frente “Siiii, ¿dónde la habéis encontrado?”. Preguntó contenta la princesa, “en tu casa, debajo de la cama, era custodiada por dos perritos hermanos, Pipo y Moli, que impidieron el paso de las hormigas, para que no fuera mordisqueada”. 

Inmediatamente, la hermosa princesa instaló la sonrisa en su lugar y no hacía más que reír y reír a carcajadas, bailar y cantar. 

Repartía besos y abrazos con mucha felicidad. 

Agradeció a la Luna su hospitalidad, al servicio de transporte por la eficiencia y eficacia de la compañía para viajar, al punto “lost & found” lunar le extendió una felicitación por escrito por su excelente actuar …y a esta servidora por la narración actual. 

Después de agradecer fue hacia a la puerta principal de la ciudad, cruzó la frontera de la zona internacional, entonces la urbe comenzó a dormitar, fue apagándose la luz gradualmente, hasta oscurecer completamente y el murmullo de su gente disminuyó hasta no oírse nada más. Siguió avanzando, alzó la vista y de frente estaba la Tierra en su lugar. Guiñó el ojo nuevamente y lanzó un beso y le dijo “ya estaré de vuelta hacia ti, la misión ya la cumplí”. 

Se arrodilló lentamente y besó a la Luna en la frente, subió la escalera del avión que desplegó el capitán. Cada escalón con alegría impulsaban sus pies para abordarla sin mucho afán, cuidando de su sonrisa, para que no se vuelva a extraviar. 

Miró con admiración a la Luna buena, que en breve se iría a descansar. Bruno y Neko la observaban a lo lejos con alegría y emoción. 

Entró a la aeronave, se dirigió a su silla número treinta y tres. Se sentó correctamente, se abrochó el cinturón de seguridad, dispuso la gafas y la mascarilla de oxígeno para después poderlas usar, y la Tablet de once pulgadas activó los programas para que durante el viaje le pudiese agradar. Cinco, cuatro, tres, dos, uno ¡Fiiiiihhhhhuuuuuuhhhhhhhhhh! Despegó de la Luna el collar de aviones con mucha velocidad, la princesa hermosa iba sentada en la mitad, con destino final al planeta Tierra, donde tiene su casita rural. 

La aeronave ingresa al cosmos, ve estrellas fugaces, destinos gigantes, luces fijas, Polvo estelar y más,…se puso las gafas, la máscara de oxígeno según protocolo de seguridad, y fue sintiendo nuevamente la falta de la gravedad. Sigue avanzando velozmente y en su ventana aparece el Señor Superior de toda bondad, con mirada pacífica. Resplandeciente mueve su mano marcada de clavo, sonríe a la princesa y permite su transitar. 

Abajo el cielo azul muy oscuro, segundo empíreo parece dejar, resalta a su vista la casa en el aire con letrero grande de nubes muy blancas y sale a la puerta Adalúz para saludar. 

Mira hacia abajo y ve puntos y manchas. Muy pronto hormigas por coches, cubos por casas, figuras geométricas por parcelas y fincas. Ya distingue todo hasta un pajar. Al primer cielo está por entrar. 8 Nimbuestratus tormentosos, cirros, cirrustratos, alfostratus, cúmulus, estratus, niebla,… cuantas nubes ve al pasar. La princesa en un esfuerzo llevó la mano a su boca, comprobando sus labios, por si algo denota… ¡Si, allí está su Sonrisa! A los trescientos ochenta y cuatro mil cuatrocientos kilómetros recorridos dentro de la órbita lunar, los capitanes de las naves ya se disponen a Aterrizar. 

Tomados de las alas en posición de descenso, bajan en vertical. ¡Fiiiiiiahhhaaaaaaaaahhhhhhhhh! Aterrizaba Automáticamente, cinturón, escalera, puerta y ventanas de avión abrieron con espontaneidad, y el casco en su cabeza se recogió lentamente por encima de su mirar, hacia el techo siguió, la cabina se abrió lo guardó y cerró. 

Salió la princesa, bajó la escalera y sonriendo suspiró, intentando aspirar la nueva experiencia vital y recordando la moraleja de este relato corto. 

El asunto es “No Claudicar”. …y así fue como en una noche de luna llena, mientras buscaba un lucero espiritual, observé una hermosa princesa sin tiara, de suave ternura, delicada sonrisa y armonioso andar

La Hija del Panadero

(sonido teclado de Laptop)- chekee chekee, chekee…

-- Altavoz de Aeropuerto: “Diiiing-dooong-diiing” 

“Pasajeros del vuelo OKI 2903 con destino Guatavita, favor presentarse a la puerta de embarque S10”. “Dooong-diiiing-dooong” 

Llego con prisa en un taxi a la Terminal 1 del Aeropuerto Internacional Ernesto Cortizos de Barranquilla, cargando una mochila negra y una carpeta con obras de Arte de 90x5x65 centímetros, paso el control de seguridad sin ningún contratiempo, recojo mis contenedores de cien mililitros, correctamente embolsados, agarro mi chaqueta rosa y calzo mis sandalias abiertas de plataforma. Miro el panel de información de vuelo y distingo mi “Gate S10”. Inmediatamente busco con la mirada la señalización “S”, y continúo mi carrera sin descanso. Cuando llego hay tres personas por embarcar, soy la cuarta. …¡uff, por poco tengo presentación fuera de hora! Me pongo en la cola secándome el sudor de mi cara con la mano izquierda y abanicándome con la derecha con el pedacito de tarjeta de embarque que, por cierto cada vez son más chiquitas y dan poco aire. 

A mi turno, el agente handling confirma mi identidad y hace su registro, inmediatamente me da la bienvenida al vuelo que opera. 

Ya estoy en el finger en uno, dos, tres… veinte pasos, estaré en el avión. 

– ¡Qué bien! Me digo: “Ahora toca lo de siempre, es sencillo, solo debo colocar el equipaje en su lugar; esta parte elemental se convierte en un caos cuando viajo, posiblemente originado por el pánico que tengo al despegue de la aeronave”. 

Mi asiento es 32A… -vaya, qué número, me voy a salir del avión. Llegaré la última a Guatavita City, jum! -en ese momento suena la locución de la cabina del avión: Señores pasajeros, La compañía Air-Cóndor les da la bienvenida. Con el fin de agilizar el embarque les rogamos que ocupen sus asientos asignados en el pasabordo. 

Coloquen el equipaje de mano en los compartimentos superiores o debajo de la silla de enfrente… Muy obediente coloco mi mochila en el espacio del compartimiento superior, ubico la carpeta grande, justo en la parte de atrás de la silla de tripulaciones, según reza el protocolo y me dirijo a mi asiento. 

Veo a todos los pasajeros bien colocados y digo: “Perdonaaad… perdonaaaad… perdonaaaad”, paso y me siento. 

Pasan unos minutos y descubro que no tengo conmigo mi móvil, ni mi libro de lectura, ni mis gafas de leer y recuerdo mi mochila negra bien acomodada en el compartimiento de arriba. Como estoy en la ventanilla de la fila 32 me levanto y digo: “Perdonaaad…perdonaaaad… perdonaaaad, y comienzo a salir”. Miro la cara del señor del asiento 32B y la señora de 32C y de repente vi la imagen de mis abuelos enfadados – ¡Huy, miedito me dio! …paso rapidísimo y digo: “Volveré a pasar avisooooo”. Se quedan los dos de pie sin decir nada pero con una mirada matadora y fulminante. – mientras yo saco lo necesario de mi mochila, con curiosidad y un poco de respeto, miro con disimulo la cara de la señora y la fisonomía me confunde, porque no sé si me va a regañar o es que ya me va a pegar una colleja. Me apresuro a llegar a mi asiento 32A, una vez en el lugar con todas mis cosas me quito la chaqueta, tomo asiento pausadamente y me abrocho el cinturón. Ya, bien sentada y amarrada a la silla me dirijo a los señores –primero Señora, después Señor y les digo: ¡Perdonaaad y perdonaad! Sonrío en desagravio y por fortuna me devuelven la sonrisa, aunque la mujer hizo un gesto con mirada arriba-abajo, emitió un jump! y giró su cara al otro lado con bastante indiferencia. 

(Suena de nuevo la locución: Prrr… Señoras y señores el comandante a bordo, capitán Maikel Pérez y su tripulación les damos la bienvenida al vuelo 2903 con destino Guatavita, la duración aproximada será de 2.5 horas, por favor hagan uso de cinturón de seguridad, pongan el respaldo de sus asientos en posición vertical, cierren sus mesitas para el despegue. Les informamos de que el uso de aparatos electrónicos está prohibido durante las fases de despegue y aterrizaje por interferencias...)

Según recomendación, me programo mentalmente para el tiempo de vuelo, ajusto el cinturón de seguridad, enderezo la silla, cierro la mesita y pongo el móvil en modo avión. Veo que dos azafatas se ponen en medio del pasillo, una a la entrada principal y la otra en mitad del avión, haciendo movimientos correspondientes con la explicación de la locución, lo que me recuerda un play back.

(Locución)…Siguiendo normas internacionales de seguridad, les vamos a efectuar una demostración de los sistemas de emergencia, que se encuentran: dos salidas…, a lo largo del pasillo una guía luminosa…salidas de emergencia. … le damos las gracias por su atención y les deseamos un feliz vuelo. …después, lo mismo, pero en Inglés. 

Preparado para decolar- prrr 

El avión avanza muy despacito hacia atrás (creo que no tiene marcha reversa) - el coche pequeño (monta carga) lo empuja y cuando ya está en ubicación, comienza andar hacia adelante por sí solo. El recorrido es de siete minutos aproximadamente, una vez en pista toma posición y espera la autorización de la torre de control. 

Listo, ¡Yaaaa!,… arraaaanca a correr el avión como alma delante de un perro bravo, sigo mirando por la ventana y veo la velocidad que va alcanzando la aeronave, y siento un escalofrío, las gotas de sudor correr por la frente de mi cara, me sudan las manos, el bigote, me dan ganas hacer del vientre. También, siento una gotita de sudor arriba en mi espalda que comienza a recorrerla toda, hasta llegar a la separación de mis glúteos. Desarmo la gotita con la mano, y mi corazón comienza a acelerarse, pegada a la silla, pero muy pegada me agarro de ambos brazos como asegurándome de no caerme en caso de un giro a la derecha o izquierda, quedo en un silencio mental y cierro los ojos. La sensación es de vacío y por tanto pienso en una cocacolita con limón y hielo, cuando la sensación es más profunda y desaparece, intuyo que ya ascendió… me digo: ¡ya está! Una vez enderezado el avión, en la altura apropiada, descanso de la tensión, tomo aire por la nariz y lo voy soltando poco a poco por la boca y junto mis dedos pulgar y anular de cada mano para encontrar el “OM” que relaja a todos los hindús. Así, de meditación, logro equilibrar mi existencia momentánea. 

Ya estupendamente tranquila, busco el libro que me dejó la Sedeñito, me pongo las gafas y me dispongo a leer “Mama que será lo que quiere el negro”, noto que quitan la señal luminosa de cinturón de seguridad y de pronto comienza la gente a levantarse de sus asientos para ir al baño. 

Por fortuna, este es un avión bastante grande, tiene dos cubículos de aseos, uno adelante, cerca de la cabina del piloto y otro justo detrás de la fila 32. Levanto mi cabeza y cuento la hilera: 15 personas en el aseo de adelante y 27 personas el aseo de atrás. (Suspiro). Con tanta gente abriendo y cerrando el cubículo del aseo no puedo centrarme en mi lectura, creo que estoy sufriendo de un grave problema “lectural”. 

Decido esperar un rato, que desaloje la fila para que retorne el silencio. Pasan quince minutos y por fin se van acabando las charlas antes de entrar, va desapareciendo el ¡Zap! del cierre, el ¡Toc Toc!, ya acabó?, y el ¡Craaaaaaaacs! de la bajada del váter. 

(Locución), Señoras y señores…, en la parte… encontraran catálogo de artículos de nuestro centro de distribución, perfumes de todas las marcas, relojes etc. Igualmente… catálogo de Menús, delicatesen, bebidas y snack. ...Pasa una azafata por cada asiento ofreciendo “carcasas de colores para terminales móviles, cargador portátil 2 en 1, airpods, cables, mp4,…etc.” y se va alejando hacia la fila número uno. 

Tomo el libro y lo abro en la página veintidós cuando de repente se escucha los carros de alimentos que sacan de la cocina, uno por el frente y otro detrás de la fila del carril izquierdo: “café… café, té, sándwich,…café tres euros,…té, sándwich…, - ¿Cuántos? …- tres euros, ¿con tarjeta o efectivo? ¿Qué menú? … ¿café?”. Ummm... - 

Miro afuera por la ventanilla y veo que llueve a cantaros, sobresalen las vocecillas de niños pasajeros que cantan y brincan golpeando el respaldo de la silla de enfrente: “que llueva que llueva la virgen de la cueva los pajaritos cantan la virgen se levanta, que sí, que no, que caiga un chaparrón ron- ron”. Un pasajero (de los aporreados en la espalda) reprende a un niño y le dice ¡Estate quieto! y el niño se pone de pie sobre la silla y lo mira sacándole la lengua y moviendo las manos morisqueteramente, El señor disgustado reacciona pasando su mano al completo por toda la lengüita del niño dejándosela mayoritariamente seca y le dice ¡ya está sucia! y el niño, comienza a llorar a gritos porque le han tomado su lengua por una toalla de mano. 

¡Oops! Comprendo que no debo cantar en aviones de esta aerolínea porque me pueden tomar por toallitas húmedas desechables,…entonces decido esperar que pase la hora de la merienda para no distraerme, miro a mis compañeros de asientos y están profundamente dormidos, que bueno, ¡ellos sí que saben viajar! Cuando los carros de comida ya están cerca de la Fila treinta y dos, finaliza la venta de almuerzo. 

Ahora sí, abro el libro en la página 22 para continuar mi lectura, me cercioro de que guardan los carritos- ventas en el compartimiento correspondiente y sonrío con optimismo y mucha confianza. 

 Pasan diez minutos y el azafato de cabello oscuro comienza a pregonar “raspe y gane - raspe y gane…por solo un euro puede ganar un millón en efectivo, ¡raspe y gane!, ¿quiere un raspe?, ¡solo un euro!,… ¿y usted otro? …¡Eso! ¡Raspe y Ganeeeeeee!.... ¡Ah pues, no ganó!”

… En ese instante me vino a la memoria un recuerdo de cuando iba al pueblo de mi padre. Era un recorrido de sesenta minutos y tres paradas en poblados diferentes, en cada lugar que se detenía el autobús, los vendedores ambulantes asomaban por la ventanilla los productos originarios del pueblo, por ejemplo La Almojábana de Galapa, Los Chicharrones de Baranóa, El Bollo de Angelito de Campeche. 

Una vez un pelaíto quiso ser más creativo que todos, se subió con una Guacharaca de palito e millo, un tenedor y se puso a cantar a todo pulmón “dime pajarito” del Binomio de Oro,…Mi hermano Armandito sacó de su bolsillo cien pesos, y agarró al peláo por la camisa diciéndole: “Cállate, Cállate toma esta plata y no cantes más, tú no sabes cantaá ¡Chofer! baje a este gritón, pare! que se va a bajar”. Todos los pasajeros aplaudieron con alegría y gran descanso.

…Me imaginé al azafato prendido del chaleco, …si hubiese parada en esta ruta yo misma le daría tres euros, como al niño gritón, para que compre hojas Din A4 para que escriba un relato de su oficio  y se gane mil euros en el “concurso de Aona, te lo cuento mas”. 

Bien,… se ha callado. ¡Seguramente ya hizo la cuota de venta de hoy! Abro nuevamente mi libro por la misma página, quito el separador de la hoja y…escucho a lo lejos a una azafata que ofrece traslado del Aeropuerto a destino final por un módico precio de 10 euros, precio que conlleva el descuento del 35% de la tarifa normal de taxi. Sin duda, es un chollo, no hace falta Cabify, ni Uber. Esperaré pacientemente a que termine de ofrecerlo, serán cerca de doce minutos hasta que llegue al final del avión, que es la fila 32. 

Definitivamente, creo que hoy no sabré lo que quiere el negro de mi novela. Resignada, pongo mis gafas de leer encima del libro sobre mis piernas y saco un delicioso croissant del bolsillo de mi chaqueta, que viene cuidadosamente empaquetado en una pequeña cajita dentro de una bolsa de papel, acompañado de una servilleta, una capsula de mantequilla de maní, mermelada de mamey y una espátula de madera desechable para untar. – Ummmm, que placer degustar un croissant hecho por mi padre, -que delicia. ¡Indudablemente es el mejor panadero del mundo! – ¡merci beaucoup mom père! 

Una vez terminado mi agradable exquisitez, busco en “google” la dirección de la Galería Faber en Guatavita City, la registro y la grabo en mi móvil. (Locución) “Señores pasajeros, por favor hagan uso de cinturón de seguridad, el respaldo de su asiento en posición vertical, cierren sus mesitas y dispónganse para el aterrizaje”. - Preparados! se hace un silencio propio solo del despegue y aterrizaje de esta compañía. 

La aeronave toma posición y procede a descender, cuando de repente suena un golpe seco, ¡POW!, fruto del contacto del tren de aterrizaje con la pista. La gente emite un retumbo de pánico, mientras sobresalen sus cabezas de manera homogénea y vuelven a bajar repitiendo al unísono ¡Aaahhhhhhi! Miro a mis compañeros de fila que despiertan sobresaltados tras el impacto, poniendo cara de “emoticón de gato asustado”, y les digo: “Ya aterrizó”…en unos segundos va regresando la calma, y la velocidad va disminuyendo. De repente suena una Tómbola a mucho volumen: ¡TUU TURUUUU TUURUUUUTURUUUTU RUUUUUUUUUUUUUU! 

Wowh!, Todos nos sorprendemos pero la reacción de algunos pasajeros es aplaudir fuertemente (clap, clap), otros Chiflar (fiuuuuu!), otros reír nerviosos (hahahaha), otros hablar (bla bla)… mientras yo intento incorporarme del aturdimiento y me digo “¡vaya, lo que hace la Neurolingüística!” 

De repente noto mi croissant subiendo por mi garganta como si se hubiese salido del píloro sin autorización, pero me muevo -un, dos, a la izquierda. Un, dos, a la derecha. Un, dos, adelante y atrás… al final se regresa a la posición que lo había enviado originariamente. 

Bebo un sorbo de agua y me dispongo para salir del avión lo antes posible, no se le dé al capitán por ascender nuevamente. Una vez anuncian el desembarque, con mucho gusto tomo mi novela, las gafas de leer, mi móvil, - pido permiso a mis compañeros, ¡ahora despeinados! saco mi mochila del compartimiento de arriba, tomo mi carpeta detrás del asiento de tripulaciones y hago la fila para salir de la aeronave. 

Una vez en la puerta, dos azafatas nos despiden diciendo: ¡Que tenga buena estancia en Guatavita city,  Buenos días! 

Salgo lo más sutil que puedo y les miro mientras me alejo, y en cuanto me siento segura y en silencio, me pongo a correr para no volver jamás la vista atrás. 

Salgo con prisa del finger del Terminal A del Aeropuerto de Guatavita en busca de la Salida para tomar un taxi hacia la Galería Faber, cargando una mochila negra y una carpeta con obras de Arte de 90x5x65 centímetros. 

Altavoz de Aeropuerto: “Diiiing dooong diiing” 

-“Señores pasajeros del Aeropuerto de Guatavita City, recomendamos que no pierdan de vista su equipaje”. 

“Dooong diiiing dooong” 

- ¡clack! (Cierre de tapa de una Laptop