sábado, 15 de octubre de 2022

Crónicas de Gagawaá : Aniló

 

Había una vez una mestiza kogui llamada Gagawaá que salió de su casa en busca de un lugar que respondiera sus preguntas, un lugar difícil de encontrar pero que la motivaba cada mañana a levantarse a seguir buscándolo por si alguna vez lo encontraba.

En su camino descubrió a muchos personajes, algunos payasos, políticos, sicarios, empresarios, maestro de ceremonia, forzudos y hasta magos, pero un día el aire sopló de otra manera ...cual perendengue cayó con fuerza en un paraje que llamaban Reino de Tigreña ubicado más allá de donde se devuelve el viento.

Revolcada, sucia, escupiendo, llena de arena se sacudió y empezó a caminar hacia ninguna parte y sin ninguna razón. Sus pies le transportó a un espacio edificado, escuchaba voces pequeñas al interior, susurros a discreción ...pero a la medio indígena la llevaba la intuición.

En ese discernimiento se cruzó con Aniló, una niña blanca aparentemente fuerte (lo digo por su carácter que da respuesta en un instante), elegante, generosa, inteligente... Su sonrisa era índice que portaba una respuesta.

Gagawaá lo descifró: “Las cosas bellas de la vida deben tomarse con firmeza, serenidad y pausa para poder disfrutarlas y no ahogarse dentro de ellas”, y de esta forma la mestiza ya tenia una respuesta de las mil novecientas noventa y cuatro preguntas ,-la guardó en la mochila para continuar su camino.

...y así fue, cómo una mestiza kogui llamada Gagawaá, salió de su casa en busca de un lugar que respondiera sus preguntas, un lugar difícil de encontrar pero que la motivaba cada mañana a levantarse a seguir buscándolo por si alguna vez lo encontraba.