Cuenta la
lechuza, que la hija del verdulero
anda pregonando por el pueblo que la hermosa Luna
baja furtivamente
del cielo y corriendo por la playa
desaparece en
la ensenada para regresar a su lugar
a las siete de
la mañana.
Encantadora,
tan blanca, ojos verdes y descalza
llega a la
empresa “Entra” a organizar para mañana,
procurando el bienestar del personal solícito de esa
jornada.
Es, como si un
aire suave refrescara su rostro continuamente
es paz, es
amor, es fuerza lo que emana comúnmente,
es templanza,
comunión, compromiso: ¡Es conciencia ciudadana!
Un día –me hice la fuerte- salí de debajo de la cama,
…huía de un
virus muy letal que reseteaba a los mortales,
dejé solos al
ratón, la araña, a la mugre pegada y tomé rumbo
al encuentro
con la hermosa Luna blanca.
-¿Puedo
trabajar aquí? – pregunté
-estoy harta
de miedo, que no sabe más que acechar al bueno,
al malo y al
feo -continúe-.
-¡Claro
que sí! -siéntate aquí! -Dijo la Luna
-la tarea es
sencilla, solo tienes que hacer esto:
“enseñar a los
que tengan desasosiego para que se
puedan refugiar
y así tele trabajar”.
(Sin speaker,
documentos, incongruencias, formatear)
… todo a la Luna
ocupa su tiempo, que valiente, -lo que hace por los demás!.
Treinta y tres
son los días más fructíferos de mí caminar, descubrí el amor
que vive en
interior y brota sin vacilación. Ahora observo como...
…Cuenta la
lechuza, que la hija del verdulero
anda pregonando
por el pueblo que la hermosa Luna
baja furtivamente
del cielo y corriendo por la playa
desaparece en
la ensenada para regresar a su lugar
a las siete de
la mañana.
No hay comentarios:
Publicar un comentario